BUENOS AIRES.- Después de unos días de debate interno y poner en la balanza mi familia, la cabeza y el corazón, llegó la hora de tomar una decisión sobre la participación en el Mundial. Siempre creí que lo correcto era decirle al técnico los planes ni bien los tuviera decididos para que arme el equipo sabiendo con quién puede contar y con quién no. Por eso, creo que es el momento de hablar sobre mi futuro con la selección nacional.
He llegado a la dura conclusión de que, hoy por hoy, lo mejor para mí y mi familia, es no jugar el Mundial de Turquía.
Sí, ya sé, alguno puede no compartir mi punto de vista y hasta estar enojado o desilusionado en este momento, pero no crean que me fue fácil determinarlo. No es, o mejor dicho, no fue una decisión fácil de tomar. Lo dije en la columna de unas semanas atrás: me gusta mucho jugar con mis amigos de tantos años, disfruto cada cortina y cada defensa de Fabri, me sorprendo y festejo con cada giro del Luifa por la línea de fondo que termina en doble la mayoría de las veces, cada pase magistral de Pablo, cada rebote o corajeada del Chapu, con esas jugadas de Carlitos que te deja boquiabierto, los triples de Paolo y Leo, y así de todo el resto. Pero en esta ocasión hay muchas cosas que entran en juego y había que analizarlo bien.
Como es de público conocimiento, después de un par de años de intentos, con mi mujer seremos papás de mellizos en mayo. Me gustaría estar presente en cada uno de esos momentos que nunca más se repiten, ayudar a mi mujer en todo lo que necesite y disfrutar cada minuto de esta experiencia única. La otra de las razones que me hizo tomar esta decisión, y que también es importante, es que mi cuerpo no está listo para jugar tres años seguidos con la selección, no tener un buen descanso, ni una apropiada preparación física.
¿Qué quiero decir con esto? Como ya lo expresé anteriormente, mis dos experiencias en Juegos Olímpicos fueron de lo mejor que me ha pasado como deportista, incluyendo anillos NBA, campeonatos en Europa y todo lo vivido en estos ya casi 15 años de carrera, y no tengo dudas en mi cabeza de que quiero volver a vivirlo. Sé que no va a ser fácil la clasificación tampoco. Por eso, mi intención es jugar también el Preolímpico 2011, que tengo entendido hasta hay chances de que se juegue en Argentina. A propósito, qué lindo seria un campeonato oficial en frente de nuestra gente después de una década (la única fue en el 2001 en Neuquén), ¿no les parece? La idea es conseguir la clasificación ahí y entonces sí, jugar mi último (muy posiblemente, ¡nunca se sabe!) campeonato con los chicos y con la celeste y blanca en el pecho.
Después de lo que pasó en Beijing 2008, la operación, las dos fracturas y esa temporada horrible 2008-2009, me costó mucho ponerme en forma y recuperar mi nivel de juego. Hace ya dos años que no tengo una buena pretemporada; la de 2008, por los Juegos mismos y las dudas mías por el tobillo y la 2009 por recuperarme de la última fractura. Entonces, quiero aprovechar este receso para ponerme 10 puntos físicamente, tener una muy buena temporada 2010-2011 y ahí sí, estar en condiciones óptimas, tanto mental, como físicamente para clasificar en el 2011, y jugar los Juegos Olímpicos en Londres en el 2012. Y aclaro, por las dudas, que los Spurs no tienen nada que ver con la decision y que de hecho dijeron que no tenían problemas en que jugara en el 2011 y 2012.
No tengo dudas de que me va a costar muchísimo mirar el Mundial por tele, me voy a querer comer la pantalla y voy a extrañar esa competencia como nadie. Pero analicé mucho mi decisión, sentimentalmente difícil, pero creo que justa.
Espero sepan entender ustedes también. No me estoy retirando de la selección, sólo estoy priorizando Londres a Turquía y la posibilidad de vivir un Juego Olímpico desde adentro otra vez.
De todos modos, el corazón, el talento y el temperamento del equipo no se discuten nunca, con o sin mí. Quedó demostrado tanto en Las Vegas 2007 como en Puerto Rico 2009. Si a esos equipos se le suman el Chapu, Fabri y alguno más, estamos como siempre, para luchar los puestos más altos y subir al podio nuevamente. Estaré firme frente a la tele desde San Antonio, como hincha número uno, con Dante y Nicola con la camisetita puesta haciendo el aguante y ayudando desde la distancia.